"Sabor de familia". Esa frase es mucho más que solo nuestro eslogan. Es lo que traduce nuestra esencia, que es hacer todo con mucho cariño y de la mejor manera posible.
Es así desde que creamos nuestro primer producto, la tradicional harina Libardoni, hace 50 años, en un molino simple en la ciudad de São Lourenço do Oeste – SC.
Desde entonces, muchas cosas han cambiado: Ampliamos nuestra mezcla para más de 100 productos; invertimos en tecnología; Nos convertimos en una marca conocida dentro y fuera del país... Pero si hay algo que no cambia nunca, es el amor que tenemos por lo que hacemos.
Y es por ello que todo queda con sabor de familia. Porque hay amor, hay cuidado e inspiración. Compartir un producto Casaredo con quien amas es garantía de mucho sabor y de momentos inolvidables.
Toda la producción se realiza de conformidad con las normas de (BPM) Buenas Prácticas de Manufactura de alimentos, formado por un conjunto de reglas aplicadas en el proceso productivo, para mantener parámetros de calidad en la elaboración de cada producto. Todo ello, además de la perfecta higiene personal de los colaboradores, que son constantemente capacitados por los programas internos de entrenamientos.
Por medio de las BPM (Buenas Prácticas de Manufactura) se controlan los puntos críticos que puedan surgir en el proceso, con miras a mantener la calidad en las harinas, pastas y galletas. Lo que garantiza un sabor de calidad, un sabor de familia.
Inversión constante en lo que una empresa tiene de más valioso: las personas
El compromiso de cultivar en el presente el legado para el mundo que queremos ver en el futuro.
Producir alimentos de calidad, con responsabilidad socioambiental, eligiendo la satisfacción de los clientes como nuestro principal objetivo, con el fin de ser reconocida entre las mejores empresas de alimentos de Brasil, debido a la calidad de sus productos y su innovación.